Los cachorros son delicados y vulnerables durante las primeras semanas de vida.

Los cachorros recién nacidos tienen riesgo de hipoxia, hipotermia, debido a la deficiente termorregulación, e infecciones, por la inmadurez del sistema inmune; también deshidratación e hipoglucemia, que les pueden causar morbilidad y mortalidad.

Son de vital importancia unos cuidados adecuados de la madre y sus cachorros durante el postparto para controlar los principales factores de riesgo y prevenir posibles complicaciones neonatales.

La madre y sus cachorros deben estar en un lugar cómodo, con privacidad y cálido, en una zona segura libre de todo peligro donde no se vean molestados.

Se debe mantener la temperatura ambiente, si esta es demasiado baja da lugar a hipotermia, que afecta negativamente a la inmunidad, a la digestión y a los cuidados maternos, lo que produce debilidad general del cachorro. Mientras que si la temperatura es demasiado alta aumenta el riesgo de problemas respiratorios.

Tras el parto y durante la crianza de la camada, se deben extremar las precauciones para evitar el riesgo de infecciones bacterianas y prevenir cualquier riesgo de infección que pueda afectar a la madre o a sus cachorros. Los cachorros nacen con un sistema inmune inmaduro y dependen de la inmunidad de la transferencia de anticuerpos maternos que hayan recibido a través del calostro.

Para prevenir enfermedades parasitarias e infecciosas de la madre y los cachorros, es fundamental evitar su contacto con otros animales, así como con personas que puedan haber estado en contacto con animales, que podrían transmitirles alguna posible enfermedad o parásitos.

La hembra que acaba de ser madre necesita atenciones y cuidados para ayudarla en su recuperación, teniendo en cuenta además los exigentes requerimientos que conlleva la maternidad, hay que estar pendientes de que su estado de salud sea bueno para que se ocupe de sus crías y pueda cubrir las necesidades de la camada durante las tres o cuatro primeras semanas de vida.

Por otra parte, las perras en general se sienten recelosas y desconfiadas cuando alguien pretende acercarse a los cachorros, su instinto es protegerlos y pueden ponerse muy nerviosas, por eso la perra y sus crías no deben recibir demasiadas visitas que pueden crearles ansiedad, lo más recomendable es dejarla tranquila, respetando su intimidad y espacio, sin intentar invadirlo.

En nuestro criadero tenemos un plan para socializar a nuestros cachorros Jack Russell Terrier durante sus primeras semanas, para que estén lo más socializados posible antes de irse a vivir con su nueva familia, y procuramos que no se alteren por las visitas de desconocidos.